jueves, 27 de julio de 2006

Tailandia. Shukotai



Birmania. El costurero

Pilar fue al costurero para que le remendara un bolso, unos pantalones y una camiseta. Precio total: 10 pesetas.

Birmania. Kalaw

Hicimos una excursión por las montañas de Kalaw, donde también habitan tribus muy pobres. Se dedican a vender los productos que cosechan en los campos de la zona. Cada familia puede sembrar tanta tierra como desee, ya que los campos no son propiedad de nadie, pero son tan pobres que no tienen medios para trabajar más extensión de tierra y sacarle más rendimiento. Los que son más afortunados, tienen un buey para labrar la tierra, pero la mayoría tiene que hacerlo con sus propias manos. Igualmente, tienen que transportar la mercancía a cuestas, llevando grandes cestas sobre sus cabezas, puesto que no suelen tener carros ni nada parecido.


Estuvimos tomando un té en esta casa, en la que viven dos familias completas... que no tienen ninguna relación de parentesco entre ellas. Claro que hay casos peores. También estuvimos en otra "casa" en la que vivían 7 familias!!!
La pobreza en esta zona es extrema. Las casas están vacías, como se puede ver en la foto. Por la noche extienden unas exterillas, y duermen todos juntos. No tienen paredes, intimidad ni privacidad ni mucho menos adornos, claro.
La zona se encuentra a 1000 metros de altitud, por lo que los inviernos son muy duros. Muchos de ellos no tienen ni siquiera sandalias y van descalzos, la ropa es muy escasa, las paredes de las casas son de bambú trenzado, con grandes agujeros.
Comen arroz con verduras durante todo el año, y sólo los días de fiesta se permiten el lujo de comer carne de pollo.
Por cierto, los pollos entran y salen continuamente de las casas, creando un caldo de cultivo perfecto para la transmisión de la gripe aviar.


Esta señora tejía longwys (faldas típicas) y bolsos en su pequeño telar. Tejer una falda le lleva 10 días. Un bolso 5 días. Le compramos uno de cada, que nos costaron 600 y 300 pesetas respectivamente. ¿Quién valoraría en España su trabajo de 10 días por 600 pesetas? Y no sólo eso, sino que además se sintió muy agradecida por la compra y se empeñó en hacernos un regalo.
Los productos artesanos en Birmania tienen un precio irrisorio para nosotros. Claro que teniendo en cuenta que un médico gana 20$ al mes, y un militar del régimen unos 80$, no se puede esperar que se valore mucho el trabajo de los artesanos...

Esvástica



La esvástica es un símbolo sagrado en el Hinduísmo y el Budismo, desde siglos antes de que los nazis la convirtieran en el símbolo de la raza aria.
No obstante, cada vez que la vemos en algún templo, nos resulta muy chocante.
Más información

miércoles, 19 de julio de 2006

Monjes


Monjes budistas descansando en el templo Preah Khan. Angkor, Camboya.

martes, 18 de julio de 2006

Curioso



Como decíamos en el anterior post, la gente de la zona está acostumbrada a los servicios "a la turca", con un agujero en el suelo.
Por eso ayer nos encontramos esta señal en un servicio.
Sobran las palabras.

Birmania. Lago Inle

Todo en el lago Inle gira alrededor del agua. La única forma de comunicación entre algunos de sus pueblos es mediante barcas. Muchos incluso están construidos sobre el agua, por lo que la gente va en barca de unas casas a otras, al mercado, al colegio…
Algunas casas son flotantes, y en otras hay que mudarse al piso de arriba en la época de crecida del nivel del lago. Igualmente, los cultivos de tomate, que abundan por la zona, están clavados a lo más profundo del lago mediante estacas de bambú, para que las tierras no se vayan a la deriva con el agua.
Hay muchos barqueros dedicados a la recogida de las algas. Si no se dedicaran a ello con tanta constancia, no pasaría mucho tiempo hasta que las algas cubrieran todo el agua del lago, y lo hicieran innavegable. También las recogen por su propio interés, pues sirven de abono para las plantaciones de tomates.


Pescador con el "cacharro" que utilizan para pescar.


Los pescadores locales impulsan el remo con la pierna.


Al pasar la barca me dijo el barquero...

Birmania. Tribus de las montañas del lago Inle

En Birmania existen más de 100 etnias distintas. En la zona de montañas que rodea al lago Inle habitan muchas tribus de agricultores que viven de los productos que cosechan y que luego venden en los mercados de la zona, que van rotando en función del día de la semana.
Hicimos una excursión para conocer algunos de los poblados de la zona, en la que acabamos deslomados, por lo empinado de las montañas y por el calor. Ese mismo recorrido lo tienen que hacer los hombres y mujeres con sus productos a cuestas para ir al mercado, que a menudo está a más de dos horas de distancia andando de sus casas.
Comimos en la casa de esta pareja de campesinos de la etnia Shan. Sus casas están construidas con bambú. El techo es de paja. No existen estanterías, muebles ni nada que se le parezca. Sólo hay una estancia principal, y otra donde duermen. No tienen electricidad ni agua corriente, y cocinan con un fuego de brasas que está en medio de la estancia principal y que te ahoga por el humo... si no estás acostumbrado como María y Javi ;-) .
Tampoco tienen baño. Sólo hay una pequeña caseta (de un metro cuadrado) fuera de la casa, con un agujero en el suelo y un cubo con agua, que hace las funciones de papel higiénico y de “cadena del water”. Esto del agujero es así en todo Birmania y Tailandia, salvo en los aeropuertos y hoteles.
Esta pareja tiene 6 hijos (perdieron a uno de ellos por enfermedad). Uno de ellos es monje budista y otro profesor en una escuela.
Desayunan a las 5 de la mañana, comen a las 11, y cenan a las 5. Se sorprendieron mucho al contarles los hábitos festivos españoles.
Por desgracia, posiblemente llevamos en nuestra maleta más objetos de los que esta pareja posee en su casa.


Mujer Shan preparándonos una suculenta comida.


Casa típica de la zona

jueves, 13 de julio de 2006

Camboya

Mañana nos caduca el visado, así que tenemos que salir de Tailandia.
Nos vamos a Camboya!

Tailandia. Los monos de Lopburi

Lopburi es una ciudad de 57.000 habitantes con unas cuantas pagodas interesantes. Pero lo que realmente llama la atención es la población de monos que ha tomado el barrio antiguo. Se encuentran a cientos por todas partes, paseando por la calle, bañándose y tirándose a bomba en grandes pilas donde se refrescan, apostados delante de los escaparates, colgados de los cables de la luz…

Mientras intentaba hacerles fotos, varias veces treparon por encima de mi porque les llamaba la atención un llavero que colgaba de mi mochila. Da cosilla tener un mono salvaje subido en la chepa…







La Siesta

A los Birmanos también les gusta lo suyo la siesta. Claro que no es de extrañar con el calorazo que hace por aquí.
De todas formas, es curioso ver cómo la gente se duerme en medio del trabajo. Alguno trabaja mientras los demás echan la siesta. ¿Alguien se imagina a un dependiente de El Corte Inglés echando una cabezadita encima de un mostrador? Por aquí es bastante común.


Echando una cabezadita. Lopburi, Tailandia.



Echando una cabezadita. Yangón, Birmania.

miércoles, 12 de julio de 2006

Qué fuerte!



Estábamos el otro día cenando en Ayutthaya viendo el partido de Nadal contra Federer. Empezamos a charlar con una pareja de españoles, y al cabo de un rato ella cayó en la cuenta de que conocía a Pilar, a sus hermanas y a sus padres. De pequeñas eran vecinas y jugaban juntas en su urbanización. Llevaban 20 años sin verse, y fueron a encontrarse en Tailandia. Y como el mundo es pequeño, resulta que la hermana de Pilar vive en la actualidad en el piso que esta chica (Carmen Galán) dejó cuando se marchó de Segovia.

Estamos aquí: Ayutthaya

martes, 11 de julio de 2006

Birmania. Bagan

Bagan se encuentra en la llanura central de Myanmar. Ciudad antigua de reyes, entre los siglos XI y XIII se construyeron monasterios, palacios y miles de templos en la zona. Actualmente se conservan unas 2500 pagodas de todos los tamaños.
Durante unos días estuvimos recorriendo la zona en un coche de caballos.
La llanura nos recordaba vagamente a la meseta Castellana… ¡sólo que con palmeras y pagodas!. Salvando las distancias, claro. Si este país no estuviera gobernado por una dictadura, no cabe ninguna duda de que la zona sería Patrimonio de la Humanidad, y estaría reconocida como una de las maravillas del mundo.
Cuando te subes a cualquiera de las pagodas de mayor tamaño, la vista es impresionante. Hasta donde te alcanza la vista puedes ver cientos de estupas repartidas aquí y allá entre las palmeras. Ver el atardecer desde lo alto de las pagodas es ciertamente inolvidable.
El segundo día pedimos al cochero que nos llevara a una pagoda discreta y apartada, para ver el atardecer nosotros solos.
Dos mil quinientas pagodas, el número de turistas ascendía a cuatro gatos. Toda la llanura a nuestros pies, y el sol poniéndose para nosotros. Apenas llevábamos 15 minutos en tan idílica situación cuando fueron a aparecer 4 ESPAÑOLES!! que compartieron el atardecer con nosotros. Manda cojones.
Resultaron ser unos chicos del norte muy majos. Tuvimos la suerte de compartir una excursión días después, y de cenar con ellos en el lago Inle. Fue muy divertido. (Chicos, recordad que Junio no es temporada de sándwiches en el lago Inle).
Gracias a Irune, Xabi, Idoia y Asier por llevarnos a España todos los trastos que no pudimos resistir la tentación de comprar en Birmania.

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Birmania. Longwy

El longwy es una especie de falda típica del país. La viste todo el mundo, lo cual nos produjo una gran sorpresa al llegar a Yangón. Al principio resulta muy gracioso ver a todos los hombres vistiendo falda. Sólo una o dos veces al día te cruzas con algún joven que va en pantalones.
El longwy tiene forma de tubo, y no lleva goma ni botones en la parte de la cintura. Se sujeta haciendo una especie de nudo, y metiendo la parte sobrante dentro de la cintura.


Abuelete con longwy. Nótese la flexibilidad que tiene esta gente!!!.
¿Alguno ha visto a su abuelo sentado así?


Señor serio vistiendo longwy. Su coche/taxi tiene 45 años.

Birmania. Thanaka

La mayoría de las mujeres y los niños, y muchos de los hombres del país, utilizan este producto amarillo para embellecerse y protegerse del sol. El Thanaka se extrae de la corteza de un árbol. Cada persona crea sus propios patrones para los dibujos. Entre las mujeres y los niños los dibujos son más elaborados mientras que los hombres se lo suelen aplicar en forma circular, de forma más sencilla.






Esta niña pasó un rato con nosotros “maquillándonos”

Karmen


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Originally uploaded by Sergio MC.
En Mandalay conocimos a Karmen, la primera persona Española con la que coincidimos durante nuestro viaje. Llevábamos más de un mes hablando español sólo entre nosotros, y nos volvimos a sentir como en casa. Sólo nos faltaba el chorizo.
Con ella pasamos muy buenos momentos durante unos días. Karmen, esperamos volver a verte en Asia… o en España.

lunes, 10 de julio de 2006

El Gran Viaje



El Gran Viaje,
y el más largo, es la vida.
Mientras vivimos, viajamos.
No volvemos nunca atrás,
cada día es un paisaje,
y hacemos libertad
decidiendo todo el tiempo.
Si es vida de un real hombre,
no de un trozo de animal.
Gracias a Jandro

Birmania. Encuadernadores y libreros

En Birmania prácticamente no existen librerías, y en las pocas que existen, se venden libros de segunda mano. Los encuadernadores se encargan de arreglar los libros que están viejos, cosiéndolos con hilos en los cantos. Por supuesto, los libros “peligrosos” hay que comprarlos de contrabando en el mercado negro, igual que la CocaCola.


Encuadernador de Yangón.


Librero de Bagán

Birmania. El paragüero

En este país no existe la cultura consumista de usar y tirar, y todo se arregla. Nada se tira. Por eso llevamos nuestro paraguas al paragüero, para que nos arreglara una de las varillas.
Pese a que Yangón tiene 5 millones de habitantes, el ver a dos extranjeros por las calles sigue causando mucha expectación. Quizá porque la mayoría de los turistas pasa allí sólo un par de días, hay mucha gente que no está acostumbrada a ver a occidentales y te mira, te sonríe o te detiene para charlar.
Mientras nos arreglaba el paraguas, el paragüero llamó a sus amigos para que nos vieran, y se formó un pequeño remolino a nuestro alrededor. En ese momento nos pareció algo muy divertido y extraño. Luego nos dimos cuenta de que, en este país, situaciones como esa se repiten una y otra vez todos los días.

Birmania. Viaje en ferry.

Hicimos el trayecto desde Mandalay a Bagan en ferry. El recorrido, de unos 200km por el río Ayeryawady, toma unas 16 horas en completarse. Por muy increíble que parezca, el viaje no se nos hizo largo en absoluto. Cada una de las incontables paradas que hace el ferry te ofrece imágenes sorprendentes de su vida cotidiana.
Por el río transportan todo tipo de mercancía, que cargan y descargan a hombros o en la cabeza a través de tablones con los que unen el barco con la orilla.
En todas las paradas suben mujeres a vender comida, principalmente fruta.
Las imágenes de la gente con sus carros de bueyes, esperando a que llegue el ferry, con la estepa y sus casas de bambú y techo de paja de fondo, nos evoca vagamente a la idea que tenemos de África.
Durante el viaje conocimos a un grupo de mujeres con las que comenzamos a hablar por señas. Lo que iba a ser una breve charla se convirtió en una gran experiencia que duró 3 horas. Nunca pensamos que pudiéramos “conversar” con alguien que no habla nuestro idioma (ni el inglés) durante tanto tiempo.
Les regalamos (y nos regalaron) unas monedas. Luego les enseñamos nuestros diarios, con los que se rieron mucho, y nos regalaron unos mangos y uno de los gorros que venden en los mercados. Al final, les enseñamos las fotos de nuestros amigos y familia… y ya no las tenemos. Se rieron tanto, y estaban tan emocionadas de ver gente tan distinta, que se las acabamos regalando, con mucha pena de no poder volver a verlas. Un niño birmano tiene la foto de mi padre colgada en su casa de bambú, porque le hizo mucha gracia su bigote.
Y esta es la grandeza de Birmania. Continuamente estás interactuando con la gente. Siempre están dispuestos a hablar con el extranjero, a interesarse por tu procedencia, a ayudarte cuando lo necesitas, y a reírse contigo de cualquier cosa, por muy inocente que sea. Por eso, aunque no dejas de ser un turista, es fácil mezclarte con ellos, compartir experiencias y sentirte muy unido a ellos. Sólo hay que hacer un pequeño esfuerzo: en avión habríamos tardado 50 minutos. En barco tardamos 15 horas, pero nos supieron a poco.

Nuestras amigas del ferry.

Birmania. Viaje en ferry


Desde la orilla, las familias esperan la llegada del ferry.

Birmania. Viaje en ferry.


Mujeres subiendo fruta para venderla a bordo. Llegan a ser muy insistentes, pero todo lo hacen con una gracia muy especial.

Birmania. Viaje en ferry.


Cada parada puede durar 20 o 30 minutos. En ese rato se descarga muchísima mercancía que luego se llevan con los bueyes a los poblados cercanos.

Viajeros

Somos dos viajeros que recorremos el mundo cargados de prejuicios producto de nuestra estrechez de miras. A menudo, juzgamos lo que vemos desde nuestro punto de vista occidental, que algunas veces dista mucho de ser el ideal. Lo que en ocasiones nos parece pobre o indigno, quizás simplemente sea otra forma de adaptarse al entorno en el que vivimos. Otras veces, pasamos como un topo por al lado de la miseria y ni nos enteramos…
A veces no sabemos si transformamos el mundo con nuestra presencia (y la de tantos otros como nosotros). Nos quedamos con la duda de si el mundo quiere ser transformado, o si prefiere permanecer inalterado. Lo que está claro es que el mundo sí que nos cambia a nosotros, y estamos contentos por ello. Esperamos que, a lo largo de este año, nuestro horizonte interior se amplíe y nuestra perspectiva del mundo sea, al menos, un poco más grande. Porque “quien ha visto el mundo, no está vacío de contenido”…


En el Lago Inle nos invitaron al cumpleaños de este niño.


Birmanos con longwy, la falda típica del país.

Birmania. Ir o no ir.

Ante el oscuro panorama anterior, es evidente que se plantea la duda: ¿Habría que evitar visitar un país que no respeta los derechos humanos, que está gobernado por una dictadura, y que creó la infraestructura turística con trabajos forzados, entre otras cosas?
Existen muchas razones para ir, y otras muchas para quedarse en casa. Creemos que por ello, si vas allí, tienes que intentar dejar algo a la población y, una vez fuera, intentar ayudarles, aunque sólo sea dando a conocer la situación del país, de la que tan poca información tenemos en Occidente.
Uno de los motivos por los que ir es que, si no fuera por los pocos turistas que visitan el país (en 2004, 200.000 turistas visitaron Birmania. El año pasado, visitaron España 53 millones de turistas), los derechos humanos se respetarían todavía menos y el país estaría todavía más aislado.
Si se opta por ir, creemos que es muy importante hacerlo por libre, no con un grupo organizado, ya que de ésta última manera gran parte del dinero gastado va a parar a las arcas del gobierno. Conviene ir a hoteles baratos, que no están controlados por el gobierno. Comprar artesanía a los propios artesanos, no en tiendas de recuerdos. No utilizar las compañías de transporte del gobierno, ni sus agencias de viaje.
Está claro que, aún siguiendo todos esos pasos, parte del dinero va a parar al gobierno. Pero la parte que va a parar a la población es muchísimo mayor, y realmente lo necesitan. Para hacer que esa balanza se equilibre todavía más a favor del pueblo, tuvimos la idea de cambiar más dinero del que íbamos a necesitar, y lo que nos sobró lo donamos a un orfanato. Igualmente se puede hacer con alguna ONG, por ejemplo.
Aún así, es inevitable que algunas veces durante el viaje te pique la conciencia, pero, al fin y al cabo, si miramos debajo de la alfombra, todos los países ocultan algo bajo la misma. Empezando por China o Cuba, que no respetan los derechos humanos, y siguiendo por Australia, que oprimió a los aborígenes o Estados Unidos, que permite la pena de muerte.



¡Buen viaje!

Birmania. Situación política.

Birmania, por desgracia, no es un país en vías de desarrollo. Mientras todos sus vecinos avanzan, más o menos rápido, Birmania permanece estancada en su tercermundismo, e incluso retrocede, debido al opresor régimen que la gobierna y al embargo internacional que la estrangula.Durante un mes hemos vivido con el corazón encogido por lo que vimos allí. Es difícil describir las sensaciones que tuvimos, pero bastarán una serie de datos para tener una visión general de cómo está la situación allí:

  • Mientras que el país dedica el 40% de su presupuesto al ejército, la mayoría de la población vive en medio de la pobreza y la enfermedad. El sistema de salud de Myanmar ocupa el puesto 190, de 190 países, en la clasificación de la Organización Mundial de la Salud. En Kalaw nos contaron que si vas al hospital, está tan poco dotado que tú mismo tienes que llevar tu propio termómetro…
  • La esperanza de vida es de 56 años. Uno de cada tres niños nace con falta de peso. Alrededor del 40% de los niños sufren de malnutrición.
  • El país ha recibido sanciones por el uso de civiles en trabajos forzados y labores peligrosas para militares (como hacer de detectores humanos de minas terrestres).
  • Aún se reprime la libertad de opinión y no se respetan los derechos humanos, como con la tortura a los detenidos, o el traslado forzado de 500.000 habitantes de ciudades. Durante 2005 más de 1100 presos políticos fueron detenidos, o continúan encarcelados.
  • El ejército de Myanmar está sometiendo a decenas de miles de civiles pertenecientes a minorías étnicas a trabajos forzados y palizas, y está confiscando sus tierras y destruyendo sus hogares.
  • En 2001, en la prisión de Insein, se recluyó a los presos en celdas que normalmente se utilizaban para alojar a los perros del ejército.
  • Parte de la infraestructura turística (aeropuertos, carreteras, reconstrucción de monumentos) fue creada en 1996, con motivo del Año Turístico del Myanmar, mediante trabajos forzados de los ciudadanos del país (un millón de personas, según algunas estimaciones).
  • Debido a las sanciones internacionales, en 2003 los bancos extranjeros tuvieron que abandonar el país, razón por la cual no es posible pagar con tarjeta de crédito ni sacar dinero de ningún cajero ni banco.
  • Aún así, se permite que la empresa petrolera francesa Total, siga operando en el país. Se especula con la posibilidad de que se emplearan trabajos forzados entre 1995 y 1998 para construir el gasoducto de la empresa en Yadana.
  • En 2001 sólo recibían 1$ de ayuda anual extranjera por persona, frente a los 35$ de Camboya o los 68$ de Laos.
  • El partido opresor (antiguo SLORC), cambió el nombre por el de SPDC por consejo de un estudio encargado a una agencia de relaciones públicas de Washington.
  • La frontera terrestre entre Birmania y China queda totalmente abierta al tráfico legal e ilegal; es la principal vía de suministro de armamento chino, valorado en millones de dólares, y destinado a la milicia birmana.
  • Gran parte de la maltrecha economía Birmana está sustentada por China, que controla el 60% de la economía de Birmania. Por ejemplo, China aportó 200 millones de dólares para mejorar las infraestructuras de las reservas petrolíferas del litoral.
  • El gobierno prohíbe el uso de Yahoo y Hotmail, entre otros. Eso cuando Internet funciona…
  • La exportación ilegal de madera de teca a través de la frontera con Tailandia es continua. Por eso, y porque la madera se utiliza como combustible, el país tiene una de las 10 peores tasas de deforestación del mundo. Además, cuenta con numerosas plantaciones de opiáceos en la zona del Triángulo de Oro, y es el segundo productor de heroína del mundo.

Fuentes: El País, Lonely Planet, Amnistía Internacional, Médicos sin Fronteras, Free Burma Coalition.

Ahora ya estamos en Tailandia, en Chiang Mai. A unos cuantos kilómetros de aquí existe un campo de refugiados Birmanos que han huido de su país a través de la selva. El campo da acogida a 50.000 personas, la misma población que vive en Segovia. Pese a que algunos países, como Australia (que hace un par de días decidió acoger a 900 exiliados) intentan ayudar, Tailandia no da abasto y ha tenido que cerrar sus fronteras a los Birmanos. Aun así, según ACNUR, en los últimos 3 meses 2000 refugiados han cruzado la frontera entre Birmania y Tailandia huyendo de las violaciones de los derechos humanos por parte de los soldados Birmanos.

Pese a todo lo expuesto, por si alguien piensa visitar el país, hay que decir que la presencia militar no es muy perceptible (al menos para lo que suponíamos que sería en una dictadura, y teniendo en cuenta que hay muchísimas zonas del país que están cerradas a los visitantes En esas zonas es donde el gobierno lucha contra los grupos insurgentes, y donde la pobreza y la violación de los derechos humanos llegan a límites insospechados).
Además, en ningún país de los que habíamos visitado hasta ahora nos habíamos sentido tan seguros como en Birmania. La gente, pese a su pobreza, no tiene ningún tipo de egoísmo. Durante todo un mes entero, no hemos tenido ni una sola mirada de desconfianza, ni de rencor, ni de hastío… Todo han sido sonrisas inocentes, ayuda, bondad y buenas maneras.Y es más: quizá sea producto de nuestra mirada miope, pero hasta ahora en ningún otro país habíamos encontrado gente que diera la impresión de ser tan feliz y de estar tan a gusto consigo mismo como la Birmana


Niños de las tribus de las montañas del Lago Inle. Normalmente, los niños del país se reían y saludaban muy alborotados al vernos. Estos se quedaron petrificados mirándonos. Ni siquiera respondían a nuestras sonrisas. Probablemente nunca habían visto a un extranjero...


Niños de las tribus de las montañas de Kalaw.

domingo, 2 de julio de 2006

Monte, chinchetas en el Triángulo de las Bermudas

Aquí seguimos, atrapados en Chiang Mai. No es que nos haya raptado nadie; lo hemos conseguido nosotros solitos y ya va para tres semanas que llevamos aquí.
Pilar está haciendo rehabilitación y, con un poco de suerte, nos libraremos de este imán a finales de semana y se nos pasará el síndorme de Estokolmo.